¿Cómo evitar más del 40% de defectos graves en la ITV?

Existen una serie de defectos que influyen directamente en la seguridad y que son fácilmente evitables y / o reparables antes de que se conviertan en defectos graves o lo que es peor, que sean causa de accidente.

 

Por ejemplo comprobar periódicamente una serie de elementos evitaría más del 40% de defectos graves en ITV:

 

- Los dispositivos de alumbrado y de señalización (luz de posición, luz de freno, intermitentes, luz de niebla, reglaje de luces de cruce, etc.)

 

- La visibilidad (retrovisores con grietas o con el apoyo roto)

  

- El estado de los neumáticos (desgaste, ampollas en los laterales ..)

Existen defectos que pueden agravar las consecuencias de los accidentes que, causados ​​por otros factores, no se hubieran podido evitar:

- El estado de los neumáticos: no sólo el desgaste, sino la existencia de roturas internas que se ponen de manifiesto por la presencia de ampollas. A veces el desgaste o estas ampollas quedan en el lado interior del vehículo y no se ven a simple vista, pero por ejemplo se pueden detectar al menos en las ruedas delanteras girando la dirección hacia un lado.

 

- El sistema de frenos: en algunas ocasiones los tubos de goma de los circuitos de frenos revientan cuando se hace una frenada con el máximo esfuerzo, lo que podría darse en una situación de emergencia.

 

- El estado de los elementos de la suspensión: en la ITV encontramos amortiguadores con los soportes rotos, o que han perdido su eficacia detectando a simple vista que tienen una fuga de aceite, u otros elementos como barras estabilizadoras rotas, etc. Las suspensiones en mal estado alargan las distancias de frenado.

 

- Los sistemas de retención: los cinturones de seguridad han de estar en buen estado y sus anclajes deben funcionar de forma correcta. En la ITV se comprueba el funcionamiento de los anclajes y de los retractores automáticos.
Como dato de interés, haciendo cálculos aproximados, en una colisión a 50 km / h, la persona sale proyectada con una fuerza que aproximadamente es equivalente a 28 veces su peso. Esto es lo que tienen que aguantar los cinturones y sus anclajes.